La autora del Best séller vampírico que dio origen a toda esta fiebre, es sin duda Stephenie Meyer, que hace poco divulgó en una entrevista con Now Magazine, algunos secretitos detrás de Twilight.
Si se creen muy duchos en el tema lean a continuación lo que dijo, si ya se lo sabían mis respetos como fans.
El primer secreto divulgado es que la autora decidió ponerle Edward al vampiro porque aparte de ser un nombre romántico, coincide con el nombre del protagonista de Sensatez y Sensibilidad de Jane Austen, libros que por cierto, no deben dejar de leerlos, pues además de ser clásicos de la literatura universal, Meyer sacó mucho material de Crepúsculo de ellos.
Isabella es un nombre que a la autora siempre le ha encantado, de hecho así quería ponerle a la hija que nunca llegó, (ella es madre de 3 niños). El apellido de los Volturi es derivado de los Vultures, unas aves de rapiña que nacen en los Andes principalmente, y que lo que más les gusta devorar es la sangre descompuesta de los humanos, algo muy parecido al clan.
Arizona es el lugar de origen de Stephenie, y de niña le decían fantasma por su blanca y lechosa pie, a pesar de que el lugar donde vivía es muy soleado… ¿a poco no se habían dado cuenta que Bella es ella misma? Chequen los ojos color chocolate.
La impronta lobuna es un fenómeno que si existe en los lobos y en los patos, por lo que las maravillas de la naturaleza le facilitaron este comportamiento, ya que desarrollan un poderoso lazo al nacer sobre el primer objeto que ven, el cual en la mayoría de los casos es su madre.
Crepúsculo nace de un sueño de la autora, en la que aparece un “fantásticamente hermoso, brillante y vampiro”, decidiendo usar la piel brillante como una forma de atraer a sus presas humanas.
¿Cuántos se sabían?
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